Y es que este es uno de esos post que me apetecía escribir…

Porque aun viniendo del mundo social, donde está mucho más extendido la colaboración y la cooperación, no conseguía entender el concepto en sí del Crowdfunding. Vamos a ponernos un poco técnicos y desgranar su definición desde la wikipedia:

En términos generales, el micromecenazgo consiste en la difusión pública, por parte de la persona que busca financiación, de la causa o negocio por el que brega, y la financiación mancomunada por parte de prestamistas independientes que simplemente simpatizan con la causa, o persiguen un crédito ofrecido por el prestatario. Dado que gran parte del éxito de esta forma de financiación descansa en la publicidad que se da al proyecto, las plataformas de financiación colectiva más importantes en la actualidad tienen soporte en Internet, por su alcance multitudinario y su bajo costo comparativo.

Así que tenemos una idea o un proyecto y mucha gente con algo de dinero en los bolsillos dispuesto a enamorarse de tu idea y aportar una pequeña ayuda a cambio de una recompensa. Recompensas que van desde la devolución del préstamo con interés en el caso del Crowdlending o Equity Crowdfunding hasta un pin recordatorio para las ayudas de menor cuantía en proyectos puros de Crowdfunding. Lo que también nos dice la wiki es que su éxito depende de la publicidad del proyecto, una partida nada barata en cualquier inicio. Y, por último y no escrito en el texto de arriba, es que lógicamente estas plataformas son empresas que necesitan obtener algún beneficio de esto (También son o fueron StartUps como nosotros) a través de sus comisiones que suelen rondar el 5%.

¿Por qué hablo de moda de borregos? Y espero que nadie se sienta ofendido. Porque el crecimiento que vivieron las plataformas es solo comparable al ocurrido en los 90 con el movimiento de asociacionismo. “Si no encuentras una Asociación a la que pertenecer, móntate una” rezaban los carteles de las administraciones. Y así pasó, un sector completamente vertebrado que ha visto con el paso de la crisis, su reducción extrema. Y es que las plataformas de Crowdfunding se abrieron como churros (proyectos empresariales a bajo coste) y muchas de ellas han tenido que cerrar sus puertas después de que las ayudas no llegaran y sus tráficos en web y mecenas se redujeran dramáticamente.

Entonces, ¿qué ventajas tiene este sistema versus conseguir la financiación directamente en F&F? Pues muy sencillo, aunque a mi me haya costado años entenderlo, que tu servicio o producto es conocido por una red mucho mayor antes incluso de empezar la actividad como tal. En la mayoría de los proyectos de Crowdfunding, los propios promotores o sus familias serían capaces de aportar el dinero necesario ya que están seguros de la viabilidad y rentabilidad de su idea, sin embargo el riesgo sigue estando cerca. El Crowdfunding u otros modelos similares, nos obligan a “gastar” dinero en publicidad para captar futuros clientes y además, si no conseguimos los apoyos suficientes no obtendremos la recompensa económica. Será pues, un estudio de mercado altamente agradecido.

Uno de los estudios más completos en Crowdfunding hecho en España lo realizó la empresa Two Much Research Studio en 2015: El Crowdfunding y los españoles. Una historia de cambio social. Para formularlo se realizaron 4.000 entrevistas a internautas de 18 a 60 años. Si bien es cierto que la sensación mayoritaria es que el Crowdfunding es una herramienta para mejorar el mundo, sólo el 45% conocía el Crowdfunding y de ellos, 21,9% se sentían alejados o jamás habían participado en ninguna de ellas. Y es que, a pesar de las virtudes del Crowdfunding, existen a día de hoy barreras que nos cohíben a la hora de confiar en algunas de estas plataformas:

  • Falta de Garantías. Es necesario un organismo que regule y dé confianza a las diferentes plataformas que existen en el mercado.
  • Riesgo de engaño. Y no creo que haya habido muchos en toda la historia pero es cierto que sin garantías, el miedo nos persigue.
  • Falta de calidad en los proyectos. El boom de las plataformas y la necesidad de llenar de contenidos las plataformas, rebajan la calidad de muchos proyectos. Pero si buscamos bien, siempre encontraremos ideas y proyectos únicos.
  • Poca transparencia a la hora de saber cómo hacer la criba. Aquí difiero por completo ya que casi todas tienen una sección FAQ donde consultar todas las condiciones.

En resumen, un buen proyecto en una plataforma de confianza, con capacidad de ofrecer recompensas innovadoras y teniendo un público objetivo claro, es un éxito. Como siempre decimos en Cotiledón, no todos los modos de financiación están hechos para tu proyecto o empresa pero si tienes un producto tangible o una licencia, no abandones esta vía, encontrarás un canal de preventa fantástico. Además de facilitar a todos tus amigos y familia la manera más cómoda de ayudarte.

Si quieres más información o te gustaría plantear una estrategia en Crowdfunding u otras formas de financiar tu proyecto o empresa, no dudes en contactarnos.

 

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